Colombia se ha convertido nuevamente en el epicentro del mercado mundial de cocaína, según el Informe Mundial sobre las Drogas de la ONU, que señala un aumento récord en la producción global del alcaloide, alcanzando 3,708 toneladas en 2023. El país sudamericano concentra el 67% de los cultivos de hoja de coca, con un incremento del 53% en la producción respecto al año anterior. La ONU vincula este aumento a la expansión de las áreas cultivadas de manera ilícita, destacando la concentración de la producción en zonas de alto rendimiento en Colombia. Además, el informe resalta que el país es el principal origen del tráfico de cocaína hacia las Américas y Europa, utilizando rutas marítimas, terrestres y aéreas.
A pesar de estos datos preocupantes, el Gobierno de Gustavo Petro ha defendido sus políticas y logros, destacando un aumento del 14% en las incautaciones de cocaína en 2024. La exembajadora Laura Gil ha expresado su desacuerdo con la percepción negativa de Colombia en el contexto del narcotráfico, argumentando que el problema es global. La certificación de Colombia por parte de Estados Unidos está en juego, y su pérdida podría afectar la ayuda económica y el acceso a préstamos internacionales. Las autoridades colombianas, lideradas por la canciller Laura Sarabia, confían en mantener la certificación, enfatizando los esfuerzos realizados para reducir los cultivos ilícitos. Mientras tanto, el informe de la ONU también menciona una desaceleración en el crecimiento del área cultivada, aunque sigue siendo una preocupación significativa para el país.
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