Desde julio, las temperaturas en los campamentos saharauis en el desierto argelino no bajan de los 45 grados, agravando una ya crítica situación humanitaria, según reporta la Media Luna Roja saharaui. La insuficiencia de agua y la reducción de ayuda básica empeoran la vida en los campamentos, que han sido golpeados por tres olas de calor extremo este verano. Muchas familias buscan refugio fuera de los campamentos, alquilando casas en Tinduf, pero el costo es prohibitivo para la mayoría. Refugiados con más recursos optan por viajar a Mauritania o España. La situación se agrava cada año, con temperaturas que alcanzan los 52 grados, marcando récords en una región que ha albergado estos asentamientos desde 1975.
Leer noticia completa de Internacional en El Independiente.
Resumen de privacidad
Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.