La nueva sede de la Comisión Mexicana de Ayuda al Refugiado (Comar) en Iztapalapa tiene una gran afluencia de migrantes, como Blanca Roselby Alberto y Christian, quienes enfrentan trámites estancados desde mayo debido al cierre de la anterior oficina en Juárez. Las protestas locales impidieron la apertura de una sede prevista en la colonia Verónica Anzures por temor a «campamentos migrantes». Gobernación finalmente inauguró las instalaciones en Granjas de San Antonio, lejos de áreas residenciales. La Comar sigue lidiando con la falta de recursos, y sus trámites afectados reflejan la saturación y los desafíos enfrentados por migrantes en su búsqueda de asilo.
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