En medio de la controversia, la líder de los socialistas valencianos ha salido en defensa de su compañero, destacando su trayectoria laboral por encima de sus credenciales académicas. «No pedimos títulos, pedimos hoja de servicios», manifestó, subrayando la importancia de la experiencia profesional en la valoración de sus funciones dentro del partido. Este respaldo llega en un momento crítico, donde la integridad y legitimidad de algunos representantes se han puesto en tela de juicio, generando un debate sobre los criterios de selección y evaluación de los cargos públicos.
Por otro lado, la vicepresidenta Montero adoptó una postura más crítica al respecto, expresando su conformidad con la decisión del implicado de dar un paso atrás. Montero consideró que este movimiento era apropiado dadas las circunstancias, subrayando la necesidad de mantener la confianza pública en las instituciones. Las declaraciones de ambas líderes reflejan la tensión interna dentro del partido y la diversidad de opiniones sobre cómo abordar y resolver este tipo de situaciones delicadas que afectan la percepción pública y el funcionamiento interno.
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