Un reciente estudio publicado en el American Journal of Preventive Cardiology ha puesto de manifiesto una preocupante tendencia entre los pacientes que han sufrido un infarto agudo de miocardio. Según el informe, al cabo de un año de recibir el alta hospitalaria, un alarmante 67,1% de los pacientes no sigue adecuadamente el régimen de medicación prescrito. Además, el 43,24% de ellos no sigue las indicaciones de la dieta mediterránea, y un 28,6% no realiza ninguna actividad física o, en caso de hacerlo, es de carácter leve.
Este estudio, realizado en el Hospital 12 de Octubre de Madrid con una cohorte de 503 pacientes que fueron tratados mediante intervención coronaria percutánea, ha identificado varios factores que contribuyen a esta baja adherencia. Entre estos factores destacan la carga de cuidados familiares, la presencia de diabetes mellitus, depresión, el género femenino, la enfermedad renal crónica y un índice de masa corporal elevado.
Guillermo Moreno, investigador involucrado en el estudio desde la Facultad de Enfermería, Fisioterapia y Podología de la Universidad Complutense de Madrid, destaca que “la adherencia a algunas medidas de prevención está relacionada con factores socioculturales como el género. Las mujeres, quienes tradicionalmente asumen roles de cuidado familiar, muestran un mayor riesgo de no adherencia, especialmente en lo referente a recomendaciones de actividad física”.
Durante el estudio, los pacientes fueron monitoreados a los seis meses y al año posterior al alta hospitalaria mediante entrevistas telefónicas, donde se evaluó su adherencia a las medidas farmacológicas y no farmacológicas mediante cuestionarios. Además, se construyeron modelos estadísticos basados en edad, sexo y tipo de infarto para identificar los factores de riesgo de no adherencia.
Los resultados subrayan un dato significativo: el 7,1% de los pacientes que cumplen con las tres medidas preventivas experimentan una hospitalización después del alta. Por el contrario, este porcentaje aumenta al 17,1% entre aquellos que no siguen al menos una de las recomendaciones.
El estudio, que también cuenta con la colaboración del CIBER de Enfermedades Cardiovasculares y el Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC), resalta la importancia de identificar precozmente a los pacientes con mayor riesgo de no adherencia. Según Moreno, “identificar a estos pacientes cuanto antes nos brinda más oportunidades de intervención y mejora del pronóstico”.
Este trabajo no solo permite un análisis más profundo sobre los patrones de adherencia post-infarto, sino que también constituye una herramienta valiosa para desarrollar estrategias específicas que ayuden a mitigar el riesgo de nuevas hospitalizaciones y potenciar la salud cardiovascular a largo plazo.