Wiktor Wichary, de 21 años, representa a una generación polaca joven que está dando su apoyo al partido de extrema derecha Confederación. En las recientes elecciones presidenciales, este partido se convirtió en la tercera fuerza política del país, impulsado por su atractivo entre los jóvenes que buscan una ruptura con el status quo político. En un contexto donde las elecciones se debaten entre el liberal Rafal Trzaskowski y el ultraconservador Karol Nawrocki, el voto de Confederación podría ser crucial en la segunda vuelta. Slawomir Mentzen, colíder de la formación, ha ganado simpatía entre la juventud con sus promesas de reducir el tamaño del estado, privatizar servicios y simplificar el sistema fiscal. La desafección de los jóvenes hacia los partidos tradicionales y su búsqueda de nuevas opciones políticas están reconfigurando el panorama electoral de Polonia.
La influencia de Confederación, no obstante, presenta un perfil mayoritariamente masculino, y su éxito en captar a los votantes jóvenes se debe en parte a su habilidad para manejar las redes sociales. Las propuestas de Mentzen resuenan en una generación que percibe una falta de control sobre su futuro económico y social; sin embargo, su retórica extremadamente conservadora limita el crecimiento del partido hacia sectores más amplios. Mientras tanto, la victoria liberal de 2023 es vista como un enfrentamiento a los valores ultraconservadores, pero los incumplimientos de sus promesas han generado decepción entre los electores jóvenes. Así, el apoyo de Confederación oscila, con una parte posiblemente inclinándose hacia el ultraconservador Nawrocki en la crucial segunda vuelta, mientras la lucha política en Polonia continúa reflejando profundas divisiones ideológicas.
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