El Tribunal de Cagliari ha dictaminado que Daniel, el hijo menor de Juana Rivas, deberá volver con su padre, Francesco Arcuri, en Italia el próximo 8 de enero. Esta decisión se produce tras la solicitud de Rivas a la justicia italiana para que el menor, que ha pasado las festividades navideñas en España, permanezca con ella alegando un «grave riesgo» si retorna con su progenitor. La familia de Rivas ha recurrido a la justicia española en busca de medidas que permitan que el niño se quede en España. En un contexto de tensión, Rivas y su hijo mayor, Gabriel, han presentado una denuncia contra Arcuri por coacción a un testigo y amenazas, enmarcada en un historial de denuncias por violencia de género y amenazas presuntamente sufridas desde su llegada a España.
La situación ha escalado a nivel político y social, con figuras como Irene Montero exigiendo la protección de Daniel por parte de las autoridades españolas. Tras alegaciones de posibles episodios de maltrato psicológico, Arcuri habría enviado mensajes a Rivas indicando su presencia en España y sus intenciones de intervenir si fuera necesario. Por su parte, Rivas optó por pasar la Nochebuena en un lugar desconocido debido a la amenaza percibida, lo que llevó al Ministerio de Interior a activar una alerta máxima por violencia de género. La complejidad del caso subraya la urgente necesidad de medidas cautelares para proteger al menor en un entorno seguro, así como el cumplimiento de las normativas internacionales en casos de custodia.
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