La Junta de Gobierno Local de Alcalá de Henares ha dado luz verde al proyecto de Renovación de la Red de Saneamiento, una iniciativa valorada en más de 3,1 millones de euros que promete resolver problemas históricos de la ciudad en términos de infraestructura. Este ambicioso plan, que cuenta con el respaldo financiero del Plan de Inversión Regional (PIR) 2022-2026, busca mejorar significativamente la red de saneamiento en puntos críticos del municipio.
El proyecto tiene como objetivo principal la renovación de redes de saneamiento que han mostrado agotamiento estructural o presentan un déficit en su capacidad hidráulica. Las obras se centrarán en tramos clave de la ciudad, incluyendo la Vía Complutense, desde la calle Andrés Saborit hasta el Parque O’Donnell, así como las calles Daoíz y Velarde, y Torrelaguna hasta su intersección con la calle Marqués de Santillana, entre otros puntos estratégicos.
La alcaldesa de Alcalá de Henares, Judith Piquet, ha destacado la importancia de esta intervención, refiriéndose a ella como una «reivindicación histórica». Piquet hizo hincapié en que, aunque la renovación de la red de saneamiento no es una obra «vistosa», es esencial para resolver un problema estructural serio que afecta a la ciudad. Criticó al anterior gobierno municipal por haber optado únicamente por el asfaltado de calles sin abordar el problema de fondo con el colector preexistente.
La ejecución de este proyecto busca mejorar el funcionamiento hidráulico de la red, reducir el impacto ambiental derivado de los vertidos en las redes unitarias y facilitar las tareas de mantenimiento. Las obras incluirán la renovación de tuberías que han alcanzado el final de su vida útil, la corrección de deficiencias en la red, la optimización de la evacuación de aguas pluviales, y el aumento de diámetros en tramos clave para aumentar la capacidad de drenaje durante episodios de fuertes lluvias.
Una de las intervenciones más críticas se realizará en el tramo de Vía Complutense, entre Andrés Saborit y el Parque O’Donnell, donde se espera que la mejora en la infraestructura ayude a mitigar las inundaciones que históricamente han afectado al puente de Torrelaguna y sus alrededores.
Este proyecto no solo apunta a mejorar la calidad de vida de los ciudadanos de Alcalá de Henares, sino que también se alinea con objetivos más amplios de sostenibilidad y eficiencia en la gestión de los recursos urbanos, destacando el compromiso de la ciudad con una infraestructura resiliente y preparada para enfrentar futuros desafíos ambientales.