El fiscal general obtuvo el respaldo de la cúpula fiscal por un estrecho margen, consolidando así su posición en medio de un clima de tensión y divisiones internas. Este apoyo crucial se dio en una votación que reflejó la fractura dentro del organismo, poniendo de manifiesto las diversas corrientes y opiniones que coexisten en su seno. La ajustada votación subraya la delicada situación en la que se encuentra la fiscalía, enfrentada a desafíos significativos y a la necesidad de cohesión para abordar los retos futuros.
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