Herminia llegó sola al programa «Dog House» en busca de un compañero peludo que llenara su vida tras un difícil proceso personal. La mujer, que se mostró carismática y humorística durante su aparición, compartió momentos de alegría y sus pasiones por los animales y el baile. Sin embargo, la tristeza también marcó su historia, ya que recordó la pérdida de uno de sus cuatro hijos hace cuatro años, un suceso que dejó una profunda huella en su corazón y que influiría en su decisión sobre el perro que adoptaría.
Durante su visita al refugio de animales, el personal le presentó a dos perras, madre e hija, llamadas Luna y Vera, que, aunque se habían unido por el lazo familiar, podrían ser adoptadas individualmente. A pesar de que Herminia podía elegir solo a una, su conexión emocional con ambas fue inmediata y profunda. Finalmente, sorprendiendo a todos, anunció que se llevaría a las dos, argumentando que no podía concebir la idea de separar a dos seres que, como ella misma, habían enfrentado el dolor y la pérdida. Su decisión fue celebrada en redes sociales, donde miles de personas aplaudieron su empatía y amor hacia las dos perritas.
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