Elon Musk, durante su intervención en el evento Bosch Connected World en 2024, planteó alarmantes advertencias sobre una inminente crisis energética global, una predicción que ha resonado con fuerza tras el apagón masivo que afectó a millones de españoles el pasado 28 de abril. En su charla, Musk se refirió a lo que denominó una “sequía de energía”, señalando la incapacidad de las infraestructuras actuales para satisfacer la creciente demanda de electricidad, un fenómeno impulsado por la expansión de tecnologías como la movilidad eléctrica y la inteligencia artificial. Afirmó que, a este ritmo, el aumento de la demanda energética podría superar, con creces, la capacidad de producción y distribución de energía.
La advertencia del magnate pone de relieve una disyuntiva crítica para varios países: la aceleración hacia la digitalización sin una correspondiente modernización de las redes eléctricas. En el caso de España, las inversiones en infraestructura energética se encuentran por debajo de la media europea, complicando aún más la situación. A medida que la inteligencia artificial y el electrificación del transporte crecen, la presión sobre el suministro energético sólo aumentará. Musk enfatiza que es insostenible continuar por este camino sin abordar de inmediato los problemas de infraestructura, advirtiendo que este desequilibrio podría llevar a una crisis aún mayor en el futuro cercano.
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