Un reciente ensayo exploró el impacto de escuchar melodías suaves en pacientes conectados a ventilación mecánica, evaluando su potencial para reducir la desorientación que frecuentemente experimentan estas personas. La intervención consistió en exponer a los pacientes a música calmante dos veces al día, con el objetivo de observar cambios en su estado cognitivo y bienestar general. Los investigadores documentaron las respuestas de los participantes, registrando cualquier mejora en términos de orientación y calma.
Los resultados preliminares sugieren que la música podría tener un efecto positivo en la reducción de la desorientación en este grupo específico. Esta evidencia promueve la idea de considerar intervenciones no farmacológicas para mejorar la calidad de vida de quienes se encuentran bajo cuidados intensivos. No obstante, el estudio subraya la necesidad de continuar investigando para confirmar estos hallazgos y determinar la mejor manera de integrar este tipo de terapias en el tratamiento regular de pacientes en estado crítico.
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