La industria fotovoltaica española enfrenta un desafío significativo debido a los nuevos aranceles impuestos por la Administración Trump sobre sus productos, valorados en 1.200 millones de euros anuales en exportaciones a Estados Unidos. La Unión Española Fotovoltaica (UNEF) ha expresado su preocupación al ministro de Industria y Turismo, Jordi Hereu, buscando apoyo para aliviar el impacto económico de estas medidas. Este sector, que supera en exportaciones a otros como el del vino y el aceite, juega un papel crucial en la economía española, generando casi 150.000 empleos directos e indirectos. Empresas como Ingeteam, Power Electronics y Soltec son ejemplos de actores clave que se ven afectados por la tarifa del 15%, instaurada sobre todos los países de la Unión Europea desde agosto.
El contexto arancelario no solo afecta al sector fotovoltaico. Anteriormente, la administración Trump ya había impuesto aranceles a los fabricantes de torres eólicas en España, acusándolos de dumping, un conflicto que se mantiene bajo el actual gobierno. Ante este panorama, UNEF urge al gobierno a implementar un paquete de medidas que incentiven la producción nacional, simplifique permisos industriales y refuerce la sostenibilidad del sector. A pesar de las adversidades, el sector sigue siendo un activo estratégico nacional, promoviendo una industria limpia y resiliente. Sin embargo, las tensiones comerciales actuales podrían obligar a las empresas españolas a considerar la relocalización de algunas de sus operaciones a suelo estadounidense, lo que pondría en riesgo la actividad económica interna.
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