En España, la incontinencia urinaria afecta a millones y sigue siendo un tema envuelto en silencio y vergüenza. Cerca de tres millones de personas padecen esta condición, con una prevalencia del 24% en mujeres y el 16% en hombres, según datos del Observatorio Nacional de la Incontinencia y la Sociedad Española de Urología. La doctora Maitane Gil Azkarate, experta en estudios urodinámicos del Hospital Quirónsalud Bizkaia, destaca que la incontinencia no debe considerarse una consecuencia inevitable del envejecimiento, ya que existen tratamientos efectivos.
El impacto de la incontinencia urinaria en la vida diaria es significativo. Las personas afectadas enfrentan limitaciones sociales, deportivas e incluso en su descanso nocturno. «Muchos modifican sus rutinas o evitan salir de casa debido a esta condición, lo que afecta su bienestar emocional», indica la doctora Gil Azkarate, quien resalta la importancia de buscar ayuda médica para obtener un diagnóstico y tratamiento adecuado.
Entre los tipos más comunes de incontinencia se encuentran la de esfuerzo y la de urgencia. La incontinencia de esfuerzo ocurre durante actividades físicas como toser o reír, mientras que la de urgencia se manifiesta con una necesidad intensa de orinar sin previo aviso. Estas formas pueden coexistir, resultando en la incontinencia mixta.
Las causas son variadas: edad, embarazos, obesidad, estreñimiento crónico, ciertas cirugías, condiciones neurológicas y medicamentos como diuréticos contribuyen a su aparición. La doctora Gil insiste en que no debe normalizarse y enfatiza la importancia de consultar a un especialista ante la presencia de síntomas.
El proceso diagnóstico usualmente comienza con una exploración clínica, pero a veces requiere estudios urodinámicos para evaluar la función de la vejiga y la uretra, lo que ayuda a determinar el tratamiento más adecuado.
Los tratamientos han evolucionado y se adaptan a cada paciente, desde cambios en hábitos y rehabilitación del suelo pélvico hasta medicamentos y cirugías como la implantación de mallas. A menudo, pequeños ajustes, como reducir líquidos antes de dormir, pueden mejorar notablemente los síntomas.
Para aquellos interesados, la doctora Gil participa en el pódcast «Incontinencia urinaria sin tabúes», donde aborda esta condición, ofreciendo una visión profesional y accesible sobre un problema que a pesar de su frecuencia, raramente se discute de manera abierta.