Un reciente informe presentado por la Comisión Global de la Economía del Agua ha revelado preocupantes proyecciones sobre el impacto económico de las sequías y la deficiente gestión del agua a nivel global. Según el documento, para mediados de siglo, muchos países podrían enfrentar una pérdida del 8% en su Producto Interno Bruto (PIB) como resultado de estas problemáticas. La comisión enfatiza la urgencia de abordar la crisis hídrica a través de políticas más efectivas, que aseguren un uso sostenible y equitativo del recurso. Este llamado a la acción busca prevenir no solo las consecuencias económicas, sino también mitigar los efectos sociales y ambientales que acompañarían a una crisis de tales dimensiones.
El informe subraya la importancia de actuar con rapidez para evitar un escenario en el que la escasez de agua y una gestión ineficaz causen estragos en las economías nacionales e internacionales. Las recomendaciones incluyen la inversión en infraestructuras resilientes, mejoras en la eficiencia del uso del agua y el fomento de la cooperación transfronteriza en la gestión de recursos hídricos. Además, se destaca la necesidad de integrar el valor del agua en las decisiones económicas y de gobernanza para asegurar un futuro sostenible. Este llamado se presenta en un contexto donde el cambio climático y el crecimiento poblacional incrementan las presiones sobre los recursos hídricos, subrayando la necesidad de una respuesta global coordinada y efectiva.
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