La maternidad tardía en España está en aumento, impulsada por factores económicos y sociales que llevan a muchas mujeres a retrasar la decisión de tener hijos hasta sus cuarenta años. La búsqueda de estabilidad laboral y financiera, junto con las dificultades para conciliar la vida personal y profesional, son razones clave detrás de este fenómeno. Mujeres como Carmela, quien decidió ser madre a los 41 años, reflejan esta tendencia, destacando la importancia del apoyo familiar en el proceso. Según los especialistas, el 20% de las mujeres que dan a luz actualmente en el país tienen más de 40 años, y muchas optan por congelar sus óvulos para usar en el futuro.
Esta tendencia también ha incrementado los partos inducidos y la demanda de tratamientos de reproducción asistida. Los nacimientos de madres mayores de 35 años representan ya el 40,1% del total, y las clínicas de reproducción asistida registran un aumento significativo en el número de pacientes en torno a los 40 años. Aunque retrasar el embarazo puede llevar a complicaciones, como una menor cantidad y calidad de óvulos y un mayor riesgo de aborto, cada vez más mujeres optan por esperar el momento adecuado para ser madres, priorizando sus necesidades personales y profesionales. Esta evolución está redefiniendo el modelo de maternidad en España.
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