La irrupción de la inteligencia artificial (IA) en el panorama de la ciberseguridad está obligando a las empresas a replantearse por completo su infraestructura, especialmente en la nube híbrida. Un reciente informe de Gigamon revela un alarmante incremento del 17 % en las violaciones de seguridad en el último año, con un volumen de ciberamenazas sin precedentes.
El estudio destaca que el 55 % de las organizaciones ha sufrido brechas en el último año, con el ransomware y los ataques a modelos de lenguaje (LLM) a la cabeza. Además, el 58 % de los responsables de seguridad ha detectado un aumento de ransomware impulsado por IA, mientras que el 47 % ha sido blanco de ataques directos a sus implementaciones de IA generativa.
Chaim Mazal, director de seguridad de Gigamon, afirma que la IA está transformando las amenazas, haciéndolas más rápidas y adaptativas, lo cual complica su detección con herramientas tradicionales.
Fruto de esta creciente amenaza, el 70 % de los líderes de TI y seguridad considera que la nube pública representa el mayor riesgo en términos de seguridad, lo que ha llevado a muchas organizaciones a considerar la repatriación de datos a entornos privados o híbridos. Ante el temor de exponer propiedad intelectual, el 54 % de los encuestados se muestran reticentes a desplegar cargas de IA en la nube pública.
La visibilidad limitada de los datos se ha convertido en un desafío crucial; casi dos tercios de las organizaciones priorizan lograr visibilidad completa en tiempo real. Actualmente, el 55 % desconfía de la capacidad de sus herramientas de seguridad para detectar brechas, agravado por el incremento en el tráfico de red debido a la IA.
La “observabilidad profunda” emerge como una solución frente a esta crisis, combinando telemetría tradicional y datos contextuales extraídos de la red para detectar amenazas dentro del tráfico cifrado y anticiparse a ataques complejos. El 89 % de los líderes ya lo considera esencial, y el 83 % afirma que esta estrategia se debate en sus juntas directivas.
Mark Walmsley, CISO del bufete Freshfields, enfatiza la importancia de la visibilidad para gestionar el riesgo de manera efectiva. Según él, la observabilidad profunda proporciona las herramientas necesarias para identificar vulnerabilidades a tiempo.
El informe de Gigamon, basado en entrevistas con más de 1.000 líderes globales de seguridad y TI, destaca inquietantes hallazgos. Un abrumador 91 % admite hacer concesiones en seguridad, mientras que el 46 % carece de datos limpios y fiables para implementar IA de forma segura. Además, el 47 % no tiene visibilidad completa del tráfico en sus entornos.
Este panorama obliga a un rediseño completo de los modelos de seguridad. La dependencia de herramientas obsoletas y reglas estáticas ya no es viable ante la sofisticación de los ciberataques actuales. Por ello, las organizaciones deben apostar por infraestructuras híbridas seguras y visibilidad total para asegurar su resiliencia empresarial en esta nueva era impulsada por la IA.
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