La Generalitat de Cataluña ha decidido poner fin a la concesión de la carretera C-25, conocida como Eix Transversal, gestionada por Cedinsa desde 2007. En 2022, la administración liderada por ERC optó por rescindir el contrato, lo que implicó un pago inmediato de 482 millones de euros, con la expectativa de ahorrar alrededor de 800 millones en las siguientes dos décadas al gestionar la vía de manera directa. Aunque Cedinsa, perteneciente al grupo francés Vauban Infrastructure Partners, presentó un recurso en contra de esta decisión argumentando incumplimientos contractuales y falta de motivación pública, el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña falló a favor de la Generalitat. La concesionaria aún tiene la posibilidad de apelar esta decisión ante el Tribunal Supremo.
La Generalitat justificó su decisión amparándose en una ventana de oportunidad prevista en el contrato, la cual permitía rescindir el acuerdo en sus aniversarios número 10, 15 o 20. Cedinsa cuestionó esta resolución, alegando que ocurrió en el año 16 y fuera de plazo, incumpliendo con la normativa vigente y sin justificación de interés público. No obstante, el tribunal consideró que la rescisión se hizo dentro del marco contractual y que el beneficio financiero y presupuestario constaba como motivación suficiente. Además, destacó que las modificaciones presupuestarias realizadas permitieron financiar la transacción adecuadamente. Según los jueces, la oferta inicial de Cedinsa consideraba la posibilidad de un rescate anticipado, lo cual fue un factor clave en la adjudicación inicial del contrato.
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