El presidente de la Generalitat, Salvador Illa, anunció recientemente la apertura de una delegación del gobierno catalán en China, con planes de operar antes de finales de año para diversificar los mercados más allá de Estados Unidos. La decisión se da en un contexto de tensión arancelaria que ha generado inestabilidad para empresarios e inversores. El consejero de Acción Exterior, Jaume Duch, destacó que la nueva oficina no valida regímenes políticos, sino que forma parte de un juego de pactos diplomáticos que también cuenta con el apoyo del gobierno y el Ministerio de Exteriores de España. La delegación, programada para abrir en Shanghái, busca fortalecer las relaciones comerciales catalanas y está en proceso de selección de un delegado adecuado para la región.
El viaje institucional de Illa a China ha provocado un acuerdo significativo con la automotriz Chery para establecer un centro de I+D en Cataluña. Además, los puertos de Barcelona y Tarragona buscan una alianza estratégica con el puerto franco de Yangpu en Hainan. Según Duch, la diversificación de mercados es esencial, no solo hacia China, sino también hacia América Latina, donde se espera ratificar el acuerdo con Mercosur. Duch calificó el reciente pacto arancelario entre Europa y EE.UU. como un retroceso, aunque expresó cautela sobre su impacto real hasta conocer los detalles del acuerdo. Cataluña busca impulsar sectores como el automovilístico, químico, vinícola y oleícola en esta nueva etapa de expansión internacional.
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