El pasado viernes, un alto tribunal español decidió que un conocido empresario deberá comparecer ante el banquillo de los acusados, tras años de investigaciones alrededor de un caso de presunta corrupción. Según la jueza encargada, las pruebas presentadas son suficientes para avanzar con el juicio, aunque estas han sido descritas como «meras conjeturas» por la defensa del empresario. La fiscalía, sin embargo, se mantiene firme en que las evidencias apuntan a una red de irregularidades en contratos públicos gestionados por las empresas del acusado.
Por otro lado, el equipo legal del empresario insiste en que el caso se basa en suposiciones infundadas y falta de pruebas concretas, promoviendo su inocencia. El desarrollo de este proceso ha captado la atención pública y los medios, debido a la prominente posición del acusado en el mundo empresarial y su influencia en círculos políticos. La próxima audiencia está programada para el mes de junio, donde se prevé que se presenten nuevos testimonios y pruebas que podrían ser determinantes para el caso.
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