El presidente de la Federación Internacional de Automovilismo (FIA), Mohammed Ben Sulayem, ha llevado a cabo una serie de cambios significativos dentro del organismo, incluyendo el despido de Tim Mayer, uno de los comisarios involucrados en la polémica sanción de 20 segundos impuesta a Fernando Alonso por frenar presuntamente a George Russell durante la última vuelta del Gran Premio de Australia. La decisión de destituir a Mayer se enmarca dentro de una reestructuración más amplia de la FIA liderada por Ben Sulayem. Aunque la sanción a Alonso fue un episodio controvertido que generó críticas por la dureza del castigo, el despido de Mayer parece estar más relacionado con un incidente ocurrido en el Gran Premio de Estados Unidos en Austin, donde una invasión de pista por unas 200 personas condujo a una multa significativa para el promotor del evento.
El despido de Mayer ha sido vinculado también a comentarios de los promotores estadounidenses que aparentemente molestaron a Ben Sulayem, evidenciando tensiones internas dentro de la organización. Este movimiento no es aislado, ya que la salida de Mayer se suma a otras recientes destituciones, incluyendo la del director de carrera, Niels Wittich, y de otros altos cargos como Paolo Basarri. La gestión de Ben Sulayem, caracterizada por una serie de despidos y reestructuraciones desde su llegada al liderazgo de la FIA, refleja una intención de renovar el organismo y asegurar que los protocolos de seguridad y cumplimiento se mantengan rigurosos, especialmente tras los incidentes que han puesto bajo escrutinio la operativa del automovilismo a nivel mundial.
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