El juicio por el caso de Lucas Paquetá, jugador del West Ham United, comenzará este mes de marzo y se prolongará por tres semanas, siendo considerado el más extenso en la historia al que se ha enfrentado la Federación Inglesa de Fútbol (FA). Paquetá está acusado de manipular el mercado de apuestas al forzar la obtención de tarjetas amarillas en cuatro partidos de la Premier League. Según la FA, estas acciones estaban diseñadas para que un grupo de aproximadamente 60 personas pudieran beneficiarse económicamente, apostando entre 7 y 400 libras esterlinas. Este escándalo recuerda al caso similar del sevillano Kike Salas del Sevilla, aunque la FA se ha encargado de subrayar las diferencias entre ambos incidentes.
El organismo rector del fútbol inglés acusa a Paquetá de intentar influir deliberadamente en el desarrollo de los partidos, lo que constituye una falta grave en los estatutos de la FA. Además, la situación del jugador brasileño se ha complicado debido a su negativa a proporcionar cierta información y documentos requeridos por la investigación. A pesar de que el internacional brasileño ha negado todas las acusaciones, los partidos bajo escrutinio fueron contra el Leicester City, Aston Villa, Leeds United y Bournemouth. El resultado del juicio podría llevar a una suspensión de por vida para Paquetá, contrastando con el posible veredicto para Kike Salas, quien enfrenta una sanción que podría variar desde una multa hasta una suspensión de cinco años, dependiendo de la resolución judicial que decida la RFEF.
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