Este domingo, la Luna se presentó ante el mundo con un inusual tono rojizo, fenómeno que captó la atención de observadores en diversas partes del planeta. Este espectáculo celestial fue resultado de un eclipse total, que se pudo visualizar en la mayor parte de España. Sin embargo, algunas áreas, como las zonas más occidentales de Galicia y las Islas Canarias, solo lograron observar una fase parcial del evento, dificultad que se vio incrementada por la presencia de cielos nubosos.
El eclipse, que se desarrolló al caer la noche, ofreció una oportunidad única para que los aficionados a la astronomía y curiosos pudieran contemplar este raro fenómeno. A medida que la sombra de la Tierra cubría la Luna, los tonos rojos y anaranjados se hicieron más intensos, creando un espectáculo visual cautivador. A pesar de las limitaciones meteorológicas en ciertas regiones, la expectación por el evento fue palpable, reforzando el interés por la observación del cosmos.
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