La familia de Guillem Agulló, joven antifascista asesinado por un neonazi en 1993, ha manifestado su desacuerdo con la Generalitat de Cataluña por la inclusión del premio en honor a Agulló dentro de los Premios LAYA. Originalmente concedido por las Cortes Valencianas, la entrega del premio fue suspendida el año pasado por la mayoría de PP y Vox, y la Generalitat asumió su concesión de manera temporal. Sin embargo, la familia ha pedido formalmente que se les devuelva la gestión del galardón, argumentando que su organización debe realizarse colectivamente, sin intervención institucional, para mantener vivo el recuerdo y la lucha contra los delitos de odio.
La solicitud de la familia, transmitida mediante una carta, destaca su sorpresa ante la decisión unilateral del Ejecutivo catalán, del que aseguran no fueron consultados. El conflicto ha ganado resonancia política, con la diputada Laure Vega criticando al Gobierno de Salvador Illa por «ocultar» el premio. Eva Menor, consejera de Igualdad y Feminismo, ha sido citada para dar explicaciones en el Parlament. En su misiva, la familia reivindica que el galardón no solo honra el pasado, sino que también refuerza las luchas actuales contra la intolerancia, y proponen su entrega oficial para el 20 de noviembre.
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