Bruselas ha expresado satisfacción tras las recientes declaraciones del presidente de Estados Unidos, quien ahora considera viable que Ucrania pueda mantener su integridad territorial. Este cambio de postura llega en un momento crítico, después de que se encendieran las alarmas en Alaska debido a actividades sospechosas, lo que ha intensificado la cooperación y el diálogo entre Washington y sus aliados europeos. La Unión Europea ha interpretado esta situación como una reafirmación del compromiso transatlántico en la defensa de valores comunes y la estabilidad en Europa del Este, viendo una oportunidad para reforzar las estrategias conjuntas frente a amenazas externas.
Funcionarios en Bruselas consideran que este nuevo enfoque de la Casa Blanca no solo beneficia a Ucrania, sino que también fortalece el vínculo entre Estados Unidos y la UE en un contexto global cada vez más polarizado. Las discusiones se centran ahora en cómo maximizar este respaldo estadounidense para asegurar que Ucrania pueda resistir presiones territoriales y mantener su soberanía. Las recientes tensiones en el Ártico han subrayado la importancia de una respuesta coordinada, y Bruselas espera que esta nueva fase de cooperación pueda servir como un catalizador para un mayor compromiso militar y económico en la región.
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