Vlad Tepes, conocido como el voivoda valaco que inspiró la figura de Drácula en la literatura, continúa siendo objeto de misterio y especulación, especialmente en torno a su posible tumba. Una teoría intrigante sugiere que su descanso eterno se encuentra en la capilla de los Turbolo, dentro de la iglesia de Santa María la Nova en Nápoles, Italia. Según esta visión, Tepes no murió en 1476 como se ha creído tradicionalmente, sino que fue capturado por los turcos y liberado por el rey de Nápoles, quien lo acogió junto con su supuesta hija Maria Balsa en un entorno secreto que habría durado hasta su muerte.
La tumba en cuestión pertenece oficialmente a Matteo Ferrillo, pero la leyenda sostiene que allí descansa Vlad Tepes. Algunos elementos, como un relieve del dragón, podrían aludir a la orden militar de la que formó parte el voivoda. Adicionalmente, inscripciones en la capilla, que incluyen las palabras «BLAD» y «BALKAN», son interpretadas como referencias a Tepes y su origen. Sin embargo, críticos de esta hipótesis sugieren que estas palabras pueden corresponder a un código del Renacimiento o al emblema familiar de los Ferrillo. A pesar de la controversia, la capilla ha incorporado imágenes de Tepes en un intento de atraer a los curiosos que buscan conectar con la enigmática figura de Drácula en Nápoles.
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