El exfutbolista y empresario Gerard Piqué compareció este viernes ante los juzgados de Majadahonda para declarar en calidad de investigado por su implicación en las negociaciones que llevaron la Supercopa de España a Arabia Saudí, acuerdo del cual su empresa, Kosmos, percibió cuatro millones de euros anuales como comisión. Según la defensa de Piqué, el contrato se concretó gracias a su intervención y sostiene que su compañía actuó según las prácticas habituales, con una comisión correspondiente al 10% del total pactado por la extensión del contrato. Asegura que sin la participación de Kosmos, la Federación Española de Fútbol (RFEF) no habría alcanzado el acuerdo debido a presiones sociales y tensiones internas entre la Liga y la federación.
Durante su declaración, Piqué respondió únicamente a las preguntas de la juez, el fiscal y su abogado, evitando las formuladas por otras partes. Explicó que su involucramiento en el acuerdo surgió después de que la RFEF mostrara interés por trasladar la Supercopa fuera de España y que, a través de contactos previos con la empresa saudí Sela, pudo facilitar el acercamiento entre las partes. No obstante, la investigación de la Guardia Civil sugiere que Piqué habría sido una figura clave favor en beneficio de la RFEF más que de la empresa saudí, con implicaciones adicionales bajo la supuesta trama ilegal conocida como Operación Brodie. En su intervención final, Piqué aseguró que el caso ha afectado considerablemente su reputación, lamentando las consecuencias personales que ha tenido para él.
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