En septiembre, el sector de las Administraciones Públicas y la Sanidad en España registró una significativa pérdida de empleos, con más de 18.000 puestos de trabajo destruidos. Esta caída se produce en un contexto donde la temporada estival ha llegado a su fin, afectando especialmente a los empleos temporales vinculados a servicios públicos y sanitarios reforzados durante el verano. La finalización de contratos en áreas como educación y sanidad, que se habían incrementado para atender la demanda estacional, se posiciona como un factor clave para entender este descenso en el empleo.
El impacto de esta reducción se siente de manera diferenciada en varias comunidades autónomas, donde la dependencia de contratos estacionales es mayor. El retroceso laboral en el sector público sugiere una vuelta a cifras previas a la pandemia, reflejando ajustes en la plantilla una vez superado el periodo crítico del verano. Sin embargo, esta pérdida de empleos levanta preocupaciones sobre la estabilidad laboral en sectores esenciales, como el sanitario, cuyas necesidades no disminuyen con el cambio de estación.
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