El encuentro clandestino entre Leire Díez y el comandante de la Guardia Civil, Rubén Villalba, tuvo lugar el pasado 10 de marzo. Durante esta reunión, Díez propuso un acuerdo polémico a Villalba, ofreciéndole protección judicial y la posibilidad de recuperar su reputación profesional. A cambio, solicitó al comandante información confidencial que podría utilizarse para debilitar las investigaciones judiciales que afectan al partido al que Díez está vinculada. Este posible pacto ha levantado serias preocupaciones sobre la integridad de las instituciones y el uso indebido de la justicia para fines partidistas.
Las posibles implicaciones de este encuentro, revelado recientemente, podrían ser devastadoras para ambas partes involucradas. Por un lado, se cuestiona la ética y legalidad de la oferta de Díez, mientras que, por otro, la participación de Villalba en este tipo de tratos podría derivar en severas sanciones tanto jurídicas como profesionales. Las autoridades competentes están siendo presionadas para investigar a fondo el incidente, ya que cualquier manipulación de causas judiciales no solo amenaza la justicia sino también la confianza pública en el sistema legal y político del país.
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