La industria de los smartphones de gama alta incorpora cada vez más funciones de inteligencia artificial (IA), permitiendo tareas como generación de imágenes, borrado de objetos o creación de vídeos. Samsung, con sus nuevos modelos Galaxy Z Fold 6 y Flip 6, ejemplifica la disyuntiva de procesar IA en la nube o localmente en el dispositivo. Funciones simples como el borrado de objetos se gestionan localmente, mientras que tareas más complejas, como la edición de vídeos, se realizan en la nube. Estas operaciones en centros de datos tienen un alto coste energético y financiero. Samsung mantendrá gratuitas estas funciones en la nube hasta 2025, consciente de los costos y el uso futuro aún incierto. La compañía destaca que el procesamiento local favorece la privacidad y no depende de Internet, mientras que la nube ofrece mayor precisión. Apple sigue un enfoque similar, determinando qué se procesa localmente y qué requiere la nube, restringiendo el envío de datos solo a lo necesario. La tendencia híbrida de utilizar ambos métodos parece ser el camino a seguir, aunque plantea dilemas medioambientales por el alto consumo de energía y agua.
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