Colombia atraviesa la peor crisis humanitaria de los últimos ocho años, según un informe del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), el cual destaca un alarmante aumento en las víctimas de artefactos explosivos y una preocupante falta de respeto por las normas del derecho internacional humanitario (DIH). La grave situación ha sido acentuada por el fuego cruzado que mantiene atrapadas a las comunidades en regiones afectadas por el conflicto armado. En 2024, se registraron 382 presuntas violaciones al DIH, con casi la mitad de los actos cometidos fuera de enfrentamientos y dirigidos contra personas protegidas. Esta dinámica de violencia ha alcanzado niveles críticos desde la firma del acuerdo de paz en 2016, que buscaba poner fin a un prolongado período de hostilidades entre el Gobierno y las FARC.
El aumento significativo en el uso de artefactos explosivos, incluidos drones armados, ha tenido devastadores efectos sobre la población civil, forzando desplazamientos masivos en zonas como Cauca, Arauca, Antioquia, Nariño y Norte de Santander. La cifra de víctimas de estos artefactos en 2024 fue de 719, mostrando un incremento del 89% en comparación con el año anterior. Además, el CICR documentó que 41.228 personas fueron desplazadas de manera forzosa en eventos colectivos, y se registraron 252 casos de desaparición forzada. La fragmentación de estructuras armadas no ha reducido la violencia que azota al país, donde al menos ocho conflictos armados no internacionales siguen en curso, perpetuando un ambiente de inseguridad que afecta principalmente a las poblaciones más vulnerables.
Leer noticia completa en El Pais.