El precio de la vivienda en España continúa su escalada, alcanzando un nuevo máximo histórico con un coste promedio de 2.042 euros por metro cuadrado. Este aumento representa un 4,4% más que en el mismo periodo del año anterior, según los datos del Colegio de Registradores para el tercer trimestre. El incremento es especialmente notable en las zonas costeras más turísticas y en los alrededores de Madrid, donde la demanda del mercado sigue siendo exuberante. Las viviendas de segunda mano han sido las principales impulsoras de este encarecimiento, con un aumento del 4,6% desde el verano de 2023, mientras que las de obra nueva han subido un 2,9%. Estas subidas reflejan un contexto inmobiliario cada vez más tenso, donde la oferta no parece equipararse con la creciente demanda.
La dispersión territorial de los incrementos de precios también es significativa, destacándose especialmente en provincias como Málaga, Alicante y Córdoba, con alzas notablemente superiores a la media nacional, alcanzando subidas de hasta el 12,3% en el caso cordobés. En el otro extremo geográfico, las regiones de Cataluña y el País Vasco han experimentado aumentos más moderados, con cifras que en algunos casos apenas superan la inflación. A pesar de estas subidas, Donostia y Barcelona siguen siendo las ciudades más caras para la compra de vivienda, superando incluso grandes mercados como Madrid y Palma. Este panorama refleja una dinámica compleja del mercado inmobiliario español, caracterizada por diferencias regionales pronunciadas y una creciente dificultad de acceso a la vivienda en áreas urbanas y turísticas clave.
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