La Sala de Casación de la Corte Suprema de Justicia decidió ratificar la excarcelación del expresidente colombiano Álvaro Uribe, quien había sido condenado a 12 años de prisión por manipulación de testigos y fraude procesal. La decisión, que respalda el fallo del Tribunal Superior de Bogotá del 19 de agosto, garantiza la libertad de Uribe mientras el fallo condenatorio no sea definitivo. A pesar de que la sentencia inicial permanece en pie, el alto tribunal considera que la privación de libertad fue desproporcionada, apelando a la presunción de inocencia. La conclusión de la Corte apunta a que la justificación de su captura resultó insuficiente a nivel jurídico.
El fallo ha tenido repercusiones en el ámbito político colombiano, revitalizando la figura de Uribe. Tras su liberación, el expresidente reinició su actividad política, organizando eventos y comunicándose con sus seguidores. Su participación en las elecciones de 2026 fue confirmada por el Centro Democrático, donde se postulará nuevamente al Senado. Esta decisión refleja su influencia dentro del partido y su estrategia para fortalecer la presencia conservadora en el Congreso, con miras a las elecciones presidenciales. Uribe ha renunciado a la prescripción de su caso hasta 2027, lo que le da margen para influir en el proceso electoral mientras espera la resolución de su apelación.
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