Las intensas precipitaciones originadas por la borrasca Jana han desencadenado una situación crítica en Castilla y León, donde ocho tramos de cinco ríos están bajo aviso de nivel rojo debido al riesgo de desbordamiento. Las autoridades locales se mantienen en alerta máxima, implementando medidas preventivas para minimizar el impacto potencial en áreas residenciales y agrícolas. Los caudales de los ríos han aumentado significativamente, lo cual ha llevado a desalojos preventivos en algunas zonas vulnerables. La protección civil y los servicios de emergencia están trabajando de forma coordinada para asegurar que la población esté informada y preparada ante posibles contingencias.
La continuidad de las lluvias ha generado preocupación entre las comunidades afectadas, ya que se pronostica que las precipitaciones persistirán en los próximos días. Las consecuencias económicas podrían ser significativas, en especial para el sector agrícola que suele verse gravemente afectado por inundaciones. Las infraestructuras también están siendo vigiladas de cerca para evitar daños mayores. Mientras tanto, los meteorólogos continúan monitoreando la situación, brindando actualizaciones constantes en un intento de mitigar el impacto de esta borrasca en la región.
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