Los aficionados al deporte en Madrid están expresando su descontento debido a las restricciones impuestas por el Ayuntamiento, que les impide jugar en zonas terrizas. Estas áreas, preferidas por muchos deportistas por su accesibilidad y disponibilidad, han sido declaradas fuera del alcance para prácticas no autorizadas, lo que ha generado un notable malestar. Los deportistas, encabezados por grupos de aficionados y ligas locales, sostienen que su actividad no causa daño a las infraestructuras ni al entorno, y argumentan que las políticas actuales del Consistorio obligan a buscar alternativas poco convenientes.
Las protestas han resonado en varias partes de la ciudad, donde grupos de aficionados se han reunido para manifestar su frustración y exigir soluciones inclusivas que permitan el uso compartido de espacios públicos. Piden al Ayuntamiento reconsiderar las normativas actuales y proponen un diálogo para encontrar puntos en común que beneficien a la comunidad deportiva y al Gobierno local. Por ahora, la respuesta del Consistorio parece firme, pero los aficionados esperan que su voz sea escuchada para garantizar la continuidad de sus actividades en un entorno urbano que, aseguran, puede coexistir con el deporte recreativo.
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