El plan, que busca mejorar la seguridad ante incendios, cuenta con la colaboración del cuerpo regional de Bomberos. Esta iniciativa se centra en la prevención y reacción rápida frente a situaciones de riesgo, subrayando la importancia de la capacitación y el equipamiento adecuado para enfrentar emergencias. Los Bomberos han destacado que es crucial la rapidez en la respuesta, ya que tan solo cinco bocanadas de humo pueden ser fatales para una persona, enfatizando la urgencia de la implementación efectiva de estos protocolos.
La estrategia también contempla la educación comunitaria, sensibilizando a la población sobre los peligros del humo y las medidas de autoprotección. El objetivo es reducir el número de víctimas y mejorar la eficiencia en la gestión de incendios, mediante talleres y simulacros realizados en colaboración con las autoridades locales. Esta colaboración refleja un compromiso conjunto para incrementar la seguridad pública y minimizar los riesgos asociados a estos incidentes, buscando proteger tanto a la ciudadanía como al personal de rescate.
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