La Comunidad de Madrid ha rendido homenaje este martes a uno de los grandes nombres del toreo español, Pedro Gutiérrez Moya, conocido como El Niño de la Capea. La Plaza de Toros de Las Ventas, escenario de muchas de sus históricas faenas, ha sido el lugar escogido para descubrir un azulejo en su honor, ubicado en los bajos del tendido 1.
Con una carrera que abarca más de cuatro décadas, el diestro salmantino ha dejado una profunda huella en el coso venteño. Su trayectoria comenzó con una modesta novillada en 1971, marcando el inicio de una conexión especial con este ruedo, donde sumó un total de 35 actuaciones memorables.
Uno de los momentos culminantes de su carrera llegó en 1988, cuando El Niño de la Capea se enfrentó en solitario a seis toros de la afamada ganadería de Victorino Martín. Este hito consolidó su leyenda y reafirmó su destreza y valentía en el arte de la tauromaquia.
Las Ventas ha sido testigo de su excelencia en numerosas ocasiones, habiendo salido en cinco oportunidades por la emblemática Puerta Grande, un honor reservado solo para los toreros más destacados. Su última actuación en este escenario tendrá lugar el 18 de mayo de 2024, una fecha que marcará el cierre de un capítulo glorioso para El Niño de la Capea en la plaza que tanto lo ha visto triunfar.
El homenaje en Las Ventas no es solo una celebración de sus logros individuales, sino también un reconocimiento al impacto duradero que ha dejado en el toreo español. Con la ceremonia de hoy, la Comunidad de Madrid y los aficionados rindieron tributo a un verdadero icono de la tauromaquia, cuyo legado perdurará a lo largo del tiempo.
