La Comunidad de Madrid ha decidido dar un paso significativo en la preservación de su patrimonio cultural y religioso al declarar Bien de Interés Cultural (BIC), en la categoría de Patrimonio Inmaterial, a dos escolanías históricas de la región. La Escolanía del Escorial y la Escolanía de la Santa Cruz del Valle de los Caídos recibirán este reconocimiento, respaldado por su profunda conexión con las tradiciones monásticas que han marcado la historia del país.
La primera de las instituciones, la Escolanía del Escorial, fue fundada por los religiosos agustinos del Monasterio de San Lorenzo de El Escorial. Esta escolanía ha jugado un papel fundamental en la vida del monasterio, proporcionando música sacra y acompañamiento litúrgico durante siglos. La decisión de declararla como BIC subraya la importancia de preservar estas tradiciones musicales y religiosas que forman parte integral del legado cultural de la región.
Por otro lado, la Escolanía de la Santa Cruz del Valle de los Caídos tiene sus raíces en la congregación benedictina establecida en la Abadía del mismo nombre. Este grupo coral ha sido un pilar en la vida religiosa del Valle de los Caídos, destacándose por su dedicación a la música sacra y su contribución al ambiente espiritual del lugar. La declaración de su estatus como BIC destaca el valor cultural y espiritual que esta institución aporta a la Comunidad de Madrid.
La distinción de estas escolanías como Bien de Interés Cultural en la categoría de Patrimonio Inmaterial no solo reconoce su valía histórica y religiosa, sino que también garantiza su preservación para futuras generaciones. Esta medida permitirá proteger y promover estos tesoros culturales, asegurando que continúen siendo una parte viva y accesible del patrimonio regional.
Ambas escolanías han dejado una huella indeleble en la vida religiosa y cultural del país, y su reconocimiento como BIC es un paso crucial para asegurar su continuidad. Con esta acción, la Comunidad de Madrid reafirma su compromiso con la conservación y valorización de su patrimonio cultural y religioso, manteniendo viva una parte esencial de su identidad histórica.
