En una apuesta por mejorar la seguridad vial, el consejero de Vivienda, Transportes e Infraestructuras, Jorge Rodrigo, ha desvelado un proyecto ambicioso que, actualmente en fase de alegaciones, busca transformar los 2.500 kilómetros de carreteras autonómicas en un espacio de movilidad más seguro. Con una inversión prevista de 11,4 millones de euros, este plan cuenta con la colaboración de todas las consejerías del Gobierno autonómico, subrayando la importancia de una responsabilidad compartida.
El proyecto incluye una serie de medidas innovadoras, como la utilización de inteligencia artificial para prevenir atropellos de fauna y el aprovechamiento de datos de vehículos conectados, lo que refleja un enfoque moderno para abordar problemas antiguos. Además, se contempla la elaboración de una guía de recomendaciones para cruces peatonales y el fortalecimiento de la atención hospitalaria para lesionados neurológicos, asegurando una rehabilitación adecuada.
Uno de los aspectos más destacados es la participación activa de diversas asociaciones de seguridad vial, víctimas de accidentes y colectivos vulnerables, como peatones, ciclistas y motoristas. Esta colaboración se ha logrado gracias a grupos de trabajo que han recogido sus opiniones y necesidades, lo que garantiza que las acciones tomadas estén alineadas con las demandas de quienes transitan diariamente por estas vías.
El plan tiene como horizonte el año 2030 y se divide en dos períodos clave. El primero, de tres años, servirá para evaluar los resultados iniciales y realizar ajustes necesarios. El segundo periodo se extenderá hasta la culminación del esfuerzo en 2030, permitiendo un análisis continuo de las mejoras y desafíos.
En paralelo, el Ejecutivo autonómico ha lanzado una estrategia específica para aumentar la seguridad de los motoristas, cuya vulnerabilidad en las carreteras es bien conocida. En esta línea, se refuerza la señalización vertical y se incorporan sistemas de contención, así como firmes de alta adherencia y señales de trazado seguro, medidas pensadas para proteger a este grupo.
Este proyecto refleja una visión integral y comprometida con la mejora de la seguridad vial, respaldada por una significativa inversión y el compromiso claro del Gobierno de actuar de manera coordinada. Con iniciativas a corto y largo plazo, se busca no sólo reaccionar ante los incidentes en las carreteras, sino también anticiparse a ellos, trazando un camino hacia un futuro más seguro en las vías autonómicas.