En una apuesta por salvaguardar su patrimonio cultural, el Gobierno de la Comunidad de Madrid ha iniciado el proceso para declarar la Cuesta de Moyano como Bien de Interés Cultural (BIC) en la categoría de Patrimonio Inmaterial. Conocida oficialmente como la Feria de Libros de la Cuesta de Moyano, este enclave se ha convertido en un ícono de la identidad cultural e histórica de la ciudad, ofreciendo un espacio permanente para la compraventa de libros, especialmente de segunda mano, desde 1925.
A lo largo de sus décadas de existencia, la Cuesta de Moyano ha sido más que un simple mercado de libros. Ha servido de hogar a prácticas culturales y sociales vitales, manteniendo el flujo de conocimiento y el intercambio literario, incluso durante las tribulaciones de la Guerra Civil Española y la reciente pandemia del COVID-19. Ubicada estratégicamente junto al Real Jardín Botánico, dentro del Paisaje de la Luz, un sitio declarado Patrimonio Mundial de la UNESCO, la feria es un paralelismo con los bouquinistes del Sena en París, y una de las pocas ferias permanentes de libros de Europa.
El valor intangible de la Cuesta de Moyano ha sido nostálgicamente capturado en diversas obras literarias y cinematográficas, destacando su relevancia cultural en libros como «Viaje a la Alcarria» de Camilo José Cela y películas como «Las bicicletas son para el verano» de Jaime Chávarri. Surge de las antiquísimas ferias de San Mateo, con un establecimiento oficial de mercado aprobado en 1925 por el propio consistorio madrileño, a instancias del arquitecto municipal Luis Bellido.
Conocida como la Feria del Boquerón en los años 20, el lugar llegó a vivir momentos de cierre parcial, como en el estallido de la Guerra Civil. Posteriormente, en 1986, las casetas originales fueron demolidas, debido a su deterioro, y reubicadas de forma temporal en el Paseo del Prado hasta que en 2007, después de otro breve traslado, regresaron a su sitio original. Hoy día, la administración de las casetas ha migrado de un sistema hereditario a uno de licitación pública, un proceso supervisado por entidades como la Asociación de Libreros Cuesta de Moyano y la Asociación Soy de la Cuesta.
En sintonía con este reconocimiento cultural, la comunidad madrileña colabora activamente en las festividades conmemorativas del centenario de la feria con eventos como «A la caza de libros» enmarcado en La Noche de los Libros y un espectáculo especial dentro del festival Suma Flamenca. También participa en la creación de una exposición itinerante que celebra la rica historia de la Cuesta de Moyano.
Acompañando esta labor cultural, la Comunidad de Madrid ha otorgado las Grandes Cruces de la Orden del Dos de Mayo a diversos profesionales tanto del ámbito de la seguridad y emergencias, como a destacados personajes del ámbito cultural y deportivo. Entre los condecorados por sus aportes significativos están el actor José Coronado, el legendario cantante flamenco José Mercé y la artista Massiel, primera española en alzarse con el Festival de Eurovisión. En el ámbito del deporte, se honra a Ilia Topuria y Jorge Martín por sus impresionantes logros internacionales.
Este amplio reconocimiento no solo preserva la herencia cultural y literaria de Madrid, sino que también celebra a aquellos que contribuyen valiosamente al espíritu comunitario, desde figuras del mundo artístico hasta los encargados de salvaguardar la seguridad y la ciencia en la región.