En un esfuerzo por paliar las pérdidas económicas y garantizar la viabilidad de los negocios ganaderos, la Comunidad de Madrid ha aprobado, por primera vez, una línea de incentivos para compensar a los profesionales afectados. La medida pretende también evitar el aumento de precios en los alimentos debido a la disminución de la producción.
Los beneficiarios de estas ayudas serán los titulares de granjas bovinas dedicadas a la producción de leche y carne, reproducción de raza de lidia y cabestros, centros de concentración y cebaderos. Para optar a los incentivos, deberán estar inscritos en el registro autonómico, cumplir con la legislación de sanidad e identificación animal y haber notificado la presencia de la enfermedad desde el 15 de julio de 2023, mediante las Asociaciones de Defensa Ganadera.
El gobierno regional tiene previsto ampliar la inversión con nuevas aportaciones según se realicen las solicitudes y pagos, en una ventana abierta durante todo 2024, hasta completar la dotación presupuestaria prevista de 1,1 millones de euros. Las ayudas cubrirán gastos veterinarios, con montos que oscilarán entre los 800 y los 6.000 euros, dependiendo del número de animales censados por cada explotación.
Asimismo, se compensarán las muertes registradas, con aportaciones variables según la edad de los ejemplares: 500 euros para los menores de 24 meses, 1.000 euros para aquellos entre 24 meses y diez años, y 750 euros para los de más de diez años. La apertura de solicitudes se anunciará próximamente en el Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid y en el portal corporativo regional.
El gobierno de la Comunidad de Madrid, pionero en el desarrollo de un plan integral de acción contra los efectos de la EHE (Enfermedad Hemorrágica Epizoótica), ha propuesto al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación que realice un estudio de prevalencia de la inmunidad, con vistas a un posible rebrote en el próximo año. Además, ha solicitado la creación de una vacuna o la inclusión de la EHE en las pólizas de Agroseguro.
Dentro de las nuevas iniciativas, se incluye un servicio gratuito de drones equipados con cámaras térmicas, facilitando la identificación de animales enfermos mediante la detección de diferencias de temperatura. Asimismo, se ha firmado un Protocolo de Colaboración con la Universidad Complutense y el Colegio Oficial de Veterinarios para emprender un estudio de detección de anticuerpos, que analizará 900 muestras de bovinos de 100 emplazamientos, y realizará un seguimiento de los casos positivos y negativos.
Entre agosto de 2023 y finales de mayo de 2024, se han confirmado 532 animales positivos a la EHE y han ocurrido 720 muertes en la Comunidad de Madrid. En la región hay un total de 1.554 granjas de bovino con 98.672 ejemplares, lo que supone una morbilidad del 5% y una mortalidad del 0,8%.
La EHE se caracteriza por ser una enfermedad vírica infecciosa no contagiosa, transmitida por vectores, generalmente insectos, aunque no afecta a los humanos, por lo que el consumo de leche y carne puede continuar sin riesgo. Los animales presentan síntomas como letargo, debilidad, cojeras, y dificultad para caminar, además de problemas para comer o beber debido a úlceras en la boca, malestar, secreción nasal y diarreas.
Actualmente, no existen vacunas autorizadas contra la EHE en la Unión Europea. Por lo tanto, el tratamiento es sintomático y con rehidratación, y la mejor prevención consiste en el uso de insecticidas y larvicidas en las instalaciones y medios de transporte.