El centro coordinador de emergencias de la región, conocido como el epicentro del Servicio Coordinador de Urgencias, es un engranaje crucial para la gestión y atención de situaciones de emergencia. Este centro, que opera las 24 horas, es el primer punto de contacto para los ciudadanos que necesitan asistencia inmediata. Con una impresionante cifra de más de 1,2 millones de llamadas anuales, este servicio se convierte en un salvavidas para la comunidad.
La operación del centro es una tarea hercúlea, llevada a cabo por un equipo altamente capacitado de 200 profesionales, que incluye teleoperadores, médicos, enfermeras y técnicos expertos en coordinación. Estos individuos trabajan en conjunto para recibir, clasificar y canalizar cada alerta, garantizando que cada caso reciba la mejor atención posible. La infraestructura del centro está equipada para manejar alrededor de 60,000 situaciones críticas al año, que requieren intervenciones de las Unidades de Vigilancia Intensiva móviles, vehículos de intervención rápida o incluso helicópteros sanitarios.
Desde el momento en que un ciudadano se comunica con la centralita, se pone en marcha un sofisticado sistema de herramientas tecnológicas. Estos sistemas incluyen programas informáticos, aplicaciones y software de última generación, integrados con avanzados sistemas de telefonía, radio y redes locales y móviles. Tres centros de procesamiento de datos, uno central y dos locales, junto con dos infraestructuras de contingencia, aseguran el respaldo y la continuidad del servicio, incluso ante incidencias inesperadas.
El crecimiento demográfico y las nuevas exigencias de una sociedad en constante evolución han impulsado al centro a expandir su cartera de servicios. Para satisfacer estas demandas, se ha realizado una inversión sustancial para integrar los últimos avances tecnológicos, asegurando que el servicio no solo sea rápido y eficiente, sino también que permanezca a la vanguardia en prestaciones de emergencia.
Este centro no solo es un ejemplo de excelencia operativa, sino también un reflejo del compromiso de la región para con la seguridad y el bienestar de sus ciudadanos. A medida que se enfrenta a crecientes desafíos, continúa adaptándose y transformándose, consolidándose como un pilar fundamental en el sistema de salud pública.
