Desde el verano de 2019, coincidiendo con el inicio de la primera legislatura de Isabel Díaz Ayuso como presidenta de la Comunidad de Madrid, la región ha experimentado una notable reducción del 25% en la tasa de abandono escolar. Este logro se ha alcanzado tras dos años de descenso continuo de esta métrica, consolidando a Madrid como una de las comunidades con menor índice de deserción educativa en España.
Desde 2023, la tasa ha disminuido en 2,1 puntos porcentuales, pasando del 11,4% al 9,3%, en comparación con el descenso de 1,1 puntos registrado a nivel nacional. Esto sitúa a Madrid junto al País Vasco y Cantabria, siendo estas dos últimas regiones con un número considerablemente menor de estudiantes. En comunidades como Cataluña, con un volumen de escolares similar al madrileño, la tasa de abandono se eleva al 13%.
El nuevo mínimo histórico del 9,3% acerca a Madrid al objetivo del 9% fijado por la Unión Europea para 2030, reforzando el compromiso del gobierno regional con la mejora de la calidad educativa. Las estrategias clave incluyen una reducción de la ratio de alumnos por clase, que en el curso 2025/26 afecta a 1º de Primaria y al segundo ciclo de Infantil, y niveles de la Educación Secundaria Obligatoria, además de la incorporación de 2.725 nuevos docentes en instituciones públicas.
Estos esfuerzos se complementan con programas dirigidos a centros prioritarios, ofreciendo recursos adicionales a colegios con mayores desafíos socioeconómicos. Este año, la iniciativa incorpora diez nuevos centros al grupo de veinte que ya reciben este apoyo, subrayando el enfoque en una atención educativa más específica e inclusiva.
La continua mejora en la educación madridleña parece ser una apuesta firme del gobierno regional, que busca atender las necesidades particulares de los estudiantes y continuar avanzando hacia una tasa de abandono escolar aún menor.