Los técnicos de la Dirección General de Biodiversidad y Gestión Forestal han puesto en marcha una intervención urgente en una zona gravemente afectada por un incendio. Tras analizar imágenes satelitales y bandas de infrarrojos, se confirmó la completa carbonización de la cubierta vegetal, lo que ha llevado a tomar medidas rápidas y efectivas para evitar daños mayores.
El principal objetivo de esta intervención es prevenir procesos de erosión irreversibles y evitar desequilibrios en el ecosistema que podrían derivar del arrastre de cenizas hacia ríos y cuerpos de agua. Al mismo tiempo, se busca facilitar la regeneración del área, estabilizando las cenizas y conservando los nutrientes del suelo, un paso vital antes de que la lluvia los arrastre definitivamente.
Entre las acciones planificadas, destaca el tratamiento manual de la vegetación calcinada. Esto permitirá un rebrote vigoroso de especies como las encinas, acelerando la recuperación de la cubierta vegetal. Además, se instalarán barreras contra la erosión en zonas clave, como laderas con pendientes superiores al 20% y cauces de agua. Paralelamente, en áreas menos críticas, se gestionarán los restos vegetales para proteger el suelo y fomentar su integración progresiva en el ecosistema.
Para restaurar y proteger la biodiversidad del Monte de Viñuelas, se construirán barreras de madera en las dos charcas principales, impidiendo así la contaminación por cenizas. Se instalarán refugios para anfibios cerca de los puntos de agua y áreas húmedas, facilitando su conservación. Adicionalmente, se mantendrán entre dos y tres árboles grandes por hectárea, que servirán de posaderos naturales para las aves, contribuyendo así al mantenimiento de la fauna local.
Esta intervención se presenta como una respuesta integral a un problema complejo, con el firme propósito de restablecer el equilibrio natural y fomentar un entorno saludable para la flora y fauna de la región.


