En la calle Desmond Tutu de la ciudad se ha levantado una nueva urbanización que combina modernidad y sostenibilidad. El complejo ofrece un total de 137 viviendas distribuidas en 67 pisos de un dormitorio, 56 de dos dormitorios y 14 de tres dormitorios. Además, los residentes podrán disfrutar de diversas áreas comunes que incluyen una piscina, un área deportiva, una zona infantil, un gimnasio, zonas de coworking, trasteros y un garaje que cuenta con estaciones de recarga para coches eléctricos.
Este proyecto destaca por cumplir con los criterios de sostenibilidad, habitabilidad y aprovechamiento energético. La climatización de las viviendas se lleva a cabo mediante un sistema de aerotermia, que permite tanto la calefacción como la refrigeración de los espacios, aprovechando al máximo los recursos energéticos.
Los precios de los alquileres oscilan entre los 550 y los 927 euros mensuales, un coste que incluye los gastos de comunidad e IBI y se sitúa hasta un 40% por debajo de los precios de mercado actuales. Esta oferta se enmarca dentro del Plan Vive de la Administración madrileña, que tiene como objetivo facilitar el acceso a la vivienda a precios asequibles.
El Plan Vive contempla la disponibilidad de cerca de 8.500 viviendas. Hasta ahora, 274 ya han sido entregadas en Alcorcón, mientras que 6.500 están en fase de ejecución. Se espera que 4.000 de estas viviendas se finalicen dentro de este año, y 2.391 ya se encuentran en estado de comercialización. Los municipios beneficiarios de este plan incluyen San Sebastián de los Reyes (488 viviendas), Alcalá de Henares (300), Tres Cantos (563), Getafe (492 en los barrios de Los Molinos y Buenavista) y Alcorcón (548).
Para llevar a cabo estas edificaciones, la Comunidad de Madrid ha apostado por la técnica industrializada, lo que permite una notable reducción en los plazos de edificación. La colaboración público-privada ha sido otra de las estrategias clave, un modelo de gestión del suelo que ha generado interés en otras regiones y países por su eficacia.
Para acceder a una vivienda del Plan Vive, el solicitante debe destinarla como residencia habitual y no poseer ninguna otra propiedad en todo el territorio nacional. Además, es necesario ser mayor de edad y tener la nacionalidad española. Tendrán prioridad los empadronados en el municipio donde se ubican las viviendas, aquellos que trabajen en la localidad desde hace al menos tres años y las víctimas de violencia de género. Otro requisito esencial es que el gasto destinado al pago de la renta no puede superar el 35% de los ingresos netos anuales de la unidad de convivencia.
Esta iniciativa, sin duda, representa un esfuerzo significativo por parte de la Comunidad de Madrid para paliar la crisis de acceso a la vivienda, ofreciendo opciones habitacionales modernas, sostenibles y económicamente accesibles a un amplio segmento de la población.