El Gobierno de la Comunidad de Madrid ha presentado una ambiciosa Estrategia de Seguridad Vial que busca transformar la manera en que se gestiona la circulación en los 2,572 kilómetros de carreteras de competencia autonómica. Esta iniciativa no solo se enfoca en mejorar la eficiencia del tránsito, sino también en reducir tanto la frecuencia como la gravedad de los accidentes viales.
En un esfuerzo por abordar la seguridad vial de forma integral, todas las consejerías del Ejecutivo regional están comprometidas a intervenir en áreas específicas, con un papel destacado para la Consejería de Vivienda, Transportes e Infraestructuras. La Dirección General de Carreteras ha sido identificada como un actor clave en la implementación del proyecto. Este enfoque inclusivo ha contado con la colaboración de diversos sectores, incluidas asociaciones de víctimas y colectivos vulnerables como peatones, ciclistas y motoristas.
El plan tiene un horizonte de ejecución que se extiende hasta 2030, estructurándose en dos fases clave. La primera de estas fases cubre un periodo de tres años, tras el cual se llevará a cabo una revisión, y la segunda culminará al final del programa. La inversión inicial contempla una dotación de 2,9 millones de euros para el primer ejercicio, incrementándose a 4,8 millones en el segundo año y a 3,7 millones en el tercero. Es notable que más del 90% de esta financiación proviene de la Dirección General de Carreteras.
En el corto plazo, el plan incluye una serie de medidas innovadoras y tecnológicas para prevenir accidentes. Entre ellas destacan los estudios para la prevención de siniestros, el uso de inteligencia artificial para evitar atropellos de animales y la utilización de datos de vehículos conectados. También se prevé la creación de una guía de recomendaciones para cruces peatonales y la ampliación y mejora de la atención hospitalaria para pacientes con lesiones neurológicas graves.
El objetivo final de todas estas intervenciones es claro y contundente: reducir al menos en un 50% el número de víctimas mortales y heridos graves en accidentes de tráfico para el año 2030, tomando como referencia los datos de 2019. Esta ambiciosa meta refleja el compromiso de la Comunidad de Madrid por cuidar la seguridad de sus ciudadanos y mejorar su calidad de vida mediante una movilidad más segura y eficiente.
