El desafío del suministro de agua en la Comunidad de Madrid está a punto de enfrentar un importante cambio. En respuesta a la creciente presión sobre los recursos hídricos debido al aumento de la población y los fenómenos meteorológicos extremos, el Canal de Isabel II ha lanzado un ambicioso Plan Estratégico destinado a asegurar el suministro de agua en la región. Este plan prevé una inversión superior a los 850 millones de euros para la ampliación y mejora de la infraestructura de captación y tratamiento de agua.
Una de las iniciativas más destacadas dentro de este plan es la renovación de tuberías y sistemas de distribución, con una partida de más de 450 millones de euros, lo que busca reducir pérdidas y mejorar la calidad del suministro. Adicionalmente, se acometerán reformas significativas en las estaciones de tratamiento de agua. Un proyecto relevante es la ampliación de la Estación de Tratamiento de Agua Potable (ETAP) de Colmenar Viejo, con una inversión de 150 millones de euros. Esta instalación es crucial, al ser la mayor de España y una de las más grandes de Europa.
En paralelo a estas mejoras de infraestructura, la Comunidad de Madrid se proyecta hacia la digitalización completa de sus procesos de gestión del agua. Para 2026, se prevé alcanzar la cobertura total de telelectura con contadores inteligentes, un hito en la gestión del ciclo del agua para el cual se destinarán más de 100 millones de euros. Y la apuesta por la innovación es clara con otros 200 millones de euros dedicados a este ámbito.
Los fenómenos meteorológicos adversos, como las Depresiones Aisladas en Niveles Altos (DANA), han llevado a considerar también la mejora de los sistemas de drenaje. Se destinarán 800 millones de euros al saneamiento y mejora de depuradoras. De estos, 500 millones se invertirán exclusivamente en los sistemas de drenaje para reducir el impacto de estos eventos climáticos extremos. Además, los procesos de depuración se verán optimizados con la inversión de 230 millones en nuevas tecnologías y más de 250 millones se destinarán a apoyar a los ayuntamientos en la modernización de sus redes de drenaje urbano.
Con el firme objetivo de proteger un recurso cada vez más escaso y mantener las tarifas de agua asequibles, el Canal de Isabel II ajustará progresivamente sus tarifas. Se implementará un aumento moderado del 3% en cada período de actualización de tarifas, a partir del segundo semestre de 2025 y hasta 2030, con la intención de mantener los precios por debajo de la media nacional. Actualmente, Madrid ofrece una de las tarifas de agua más competitivas, tanto a nivel nacional como europeo, siendo un 60% más barata que en las principales ciudades del continente.
Las tarifas progresivas también contemplan bonificaciones para colectivos vulnerables, asegurando así que el acceso al agua siga siendo asequible para todos los ciudadanos. En un contexto donde otros grandes núcleos urbanos del país tienen tarifas considerablemente más altas, los usuarios madrileños seguirán beneficiándose de una gestión eficiente y económica.
Este esfuerzo por garantizar la calidad y sostenibilidad del servicio, a la par que se minimiza el impacto económico para los ciudadanos, refuerza el compromiso de Madrid con el bienestar de su población y su papel como un referente en la gestión del agua a nivel tanto nacional como europeo.
