La Consejería de Familia, Juventud y Asuntos Sociales de la Comunidad de Madrid ha presentado una serie de novedades en su programa de inspección para las residencias de personas mayores, con el objetivo principal de mejorar y supervisar el bienestar y la calidad de vida de sus usuarios. La consejera Ana Dávila detalló estas iniciativas durante una visita a la Residencia Santa María del Monte Carmelo en Madrid, acompañada por técnicos de la Dirección General de Evaluación, Calidad e Innovación.
Una de las medidas destacadas es la implementación de 14 líneas específicas de actuación, que buscan reforzar la vigilancia sobre los derechos de los usuarios. Esto incluye la homogeneización de las escalas para evaluar el grado de satisfacción de los residentes, lo que permitirá obtener datos más precisos y comparables sobre su bienestar.
El plan también contempla mejoras significativas en el servicio de restauración en las residencias. A partir de 2024, se ejecutará un nuevo contrato que tiene como misión reforzar tanto la seguridad alimentaria como la calidad nutricional en las cerca de 500 residencias de mayores en la región, abarcando también a aquellas gestionadas por entidades privadas. Dentro de este marco, está previsto realizar 1.000 auditorías específicas para evaluar diversos aspectos de este ámbito.
Cada residencia será objeto de dos auditorías anuales que incluirán análisis higiénico-sanitarios y una revisión detallada de la calidad nutricional de los menús ofrecidos. Además, se valorará la adecuación y el equilibrio dietético de la alimentación servida semanalmente, ajustándose a las necesidades particulares de los residentes. Las auditorías se complementarán con encuestas de satisfacción anónimas dirigidas a los usuarios, con el fin de recabar sus impresiones de forma confidencial.
En un paso sin precedentes en España, la Comunidad de Madrid ha aprobado la creación del primer Cuerpo de Inspectores de Servicios Sociales de nivel superior a nivel regional. Este cuerpo estará integrado por aproximadamente 50 técnicos de la Dirección General de Evaluación, Calidad e Innovación, quienes contarán con requisitos más rigurosos en cuanto a titulación y formación, lo que promete un notable fortalecimiento en las tareas de inspección.
Estas iniciativas reflejan un compromiso renovado por parte del gobierno regional en la búsqueda de estándares de calidad más altos en la atención a personas mayores, procurando que estos centros no solo cumplan con la normativa establecida, sino que también ofrezcan un entorno digno y seguro para sus residentes.