Un caso sorprendente de convivencia forzada ha salido a la luz en el programa «En boca de todos». Marisol y su exmarido acordaron dividir en dos mitades una vivienda heredada de la madre de Marisol, comprometiéndose a no vivir allí si tenían una nueva pareja. Tras su divorcio, Marisol se mudó, pero su madre continuó residiendo en la casa junto al exyerno, quien ha intentado sin éxito desalojarla mediante acciones legales. Marisol y su exmarido mantienen una relación tensa, exacerbada por incumplimientos de ambas partes, añadiendo un conflicto familiar a la complicada situación.
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