El Gobierno español ha vetado la adquisición de Talgo por el consorcio húngaro Ganz-MaVag debido a preocupaciones de seguridad nacional, respaldadas por informes del Centro Nacional de Inteligencia que vinculan a Ganz-MaVag con la compañía rusa Transmashholding y personas cercanas al prorruso primer ministro húngaro, Víktor Orbán. La Comisión Europea considera que esta decisión es una prerrogativa estatal y no ha recibido quejas oficiales de Hungría. Las tensiones entre Budapest y Bruselas son frecuentes, exacerbadas por la controversial política húngara de visados y su bloqueo a fondos europeos, siendo criticada por su rol obstaculizador y por no combatir la corrupción adecuadamente.
Leer noticia completa en El Pais.